Los visitantes a Puerto de La Cruz se vieron aumentados considerablemente con motivo de dicha celebración. Cabe destacar la importante presencia policial y la ausencia en muchos rincones del municipio de baños públicos lo que hizo que muchisima gente terminara haciendo sus necesidades en los rincones de casas, edificios, cafeterías y comercios dando una mala imagen a la ciudad dato que debería poner remedio la corporación portuense para próximas fechas.
Una de las aficiones favoritas durante el día de la embarcación es lanzarse agua unos a otros, ya sea con cubos, botellas o pistolas de agua. Esta costumbre ha sido prohibida en la presente edición por motivos de seguridad. Muchos apuntan que seria interesante acotar una zona para esta práctica.
La masiva afluencia de gente para esta festividad a Puerto de la Cruz convierten a la ciudad en protagonista del norte de Tenerife una vez al año.

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